
Hoy en día el protocolo forma parte básica de nuestra sociedad - desde los buenos modales - protocolo social - hasta normas de protocolo en situaciones más formales. Saber cómo actuar o vestirnos según la situación es muchas veces el primer paso para lograr que los demás tengan una buena impresión de nuestra persona.
Una cuantas curiosidades en cuanto al protocolo social:
Saludos: Apretón de manos, nunca golpecitos en la espalda.
Besos: Prohibido la cursilería de los besos en la mano a las señoritas
Prohibido los besos jugosos o húmedos.
Prohibido los besos exageradamente sonoros y marcados
Complementos:
Joyas : No hay que parecer un árbol de navidad
Educación :
Puntualidad :Hacer esperar a alguien es señal de descortesía y poca consideración
Ridículo : Una vez hecho ésto, lo mejor es reírse, nada de cabrearse con un@ mismo histéric@
La chaqueta: Cuando vaya a comer o cenar en un restaurante y lleve chaqueta o americana no se la quite nunca.
La cuenta:
Si se reparte la cuenta, se hace a partes iguales, nunca se divide en lo que uno ha comido o ha dejado de comer.
No sea listo y se vaya al baño durante media hora para evitar pagar.
Esto sólo sería el mínimo de protocolo que deberíamos seguir en cualquier acto social, sin embargo en el grupo RADIO VIETNAN, sucede lo siguiente:
"Aunque como cuando llevo puesta mi cabeza nadie se fija en mí, creo que pude contemplar el espectáculo, desde mi rincón, en el más absoluto anonimato.
No sé si recuerdo o estoy soñando pero Carlos-J, mariconera en ristre, inmaculado, vestido de La Martina, se movía entre nosotros flasheandonos sin piedad.
Creo recordar también a Antón contemplándonos desde su trono más allá del bien y del mal, en El Jardín de las Delicias. A Armando, vestido como un marinero canalla de Jean Paul Gaultier, cenando con su amigas mientras repartía tarjetas. A Ángel-V, recién afeitado, con la cara como el culito de un bebé, tomando café en el Café de no sé dónde. A Roberto, nuestro ángel de la guarda, cenando con las chicas de la chupi-pandi, antes de emprender su travesía a la Espata.
Y luego, el Centrick. Todos sudando como pollos en un criadero, intentando bailar una música imposible. Como decía Sabina, besos, risas y excesos. Angelines, desde el abismo insondable de sus ojos oceánicos, repartiendo sonrisas. Venericardia, eternamente en tránsito. Covadonga moviendo sus rizos por la barra.
El Gato siempre buscando su gin-tonic. Isabel, perseguida por entusiastas bailarines, impacientes por amortizar sus clases de merengue aunque sonara disco. Carmen Piscis bailando para dentro su baile del mejillón Sergio Marcas moviéndose al ritmo de su nick. Mini-Pili intentando convencer sin éxito a todo el mundo de que es muy simple y con la mente en Puerto del Carmen. Ellen, tropezando en la pista con Albeitar y Albeitar rompiendo corazones con su nuevo look. Baby Dani con la sonrisa de un cantante italiano de los años cincuenta
Peter Pan derramando buen rollito. El Niño Mutante y su guardia pretoriana de mujeres arrebatadoras, poniendo ojitos de pobre desvalido. Isabel Vf con la sonrisa cada día más grande. La entrañable Yolanda reaparecida después de años de ausencias. Chuse Antón y su camiseta a rayas bailando de forma entusiasta.
Miss Vietnam y sus cigarrillos de chocolate, contemplando el reguero de admiradores indecisos que no se atrevían a sacarla a bailar. El kiosko de Coronita. Pipi y Galleta María con su presencia etérea y su sonrisa. Vicenta derramando bondad.
Y, mientras tanto, con mi cabecita al aire, contemplándolo todo desde mi rincón, deseando decir, “soy Matías, estoy aquí”, dejé pasar la noche. Una vez más, al cerrar el Centrick, tomé en silencio y en soledad la calle alejándome en la noche. "
¿Estabamos en la misma esquina y yo sin saberlo? Aún a pesar de esto, de los empujones, del calor del no cumplimiento de las normas de protocolo sociales, al leer este texto, he vuelto a reirme tanto o más que aquella noche.
Repetiré.
¿Ese Matias es el Mattias que ahora tiene confesionario?
ResponderEliminarJoer que subidón de ego, salgo en tu blog!
Besitos, Elisabeth...